Desde
el principio de los tiempos, la belleza
ha sido uno de los conceptos más misteriosos y abrumadores de la historia.
La
belleza es algo que atrae al ser humano por naturaleza, al ser humano le gusta
contemplar, recrear e incluso alabar lo bello (claro ejemplo en Afrodita, Diosa
de la belleza). La belleza ha sido el motivante de muchas personas a lo largo
de la historia para crear, pintar, revolucionar o incluso para llevar a cabo
cualquier ínfima acción capaz de cambiar la trayectoria de la historia.
A
pesar de ser un concepto tan influyente en el ser humano nadie ha sido capaz de
encontrar una definición certera…
Para
Platón la belleza era todo lo que causa
aprobación o admiración, lo que fascina y agrada en cualquiera de sus formas,
Para Sócrates era la sabiduría…. ¿ Qué
es en realidad la belleza?
Muchos ven el concepto de belleza en lo estético (una/un
mujer/hombre muy guapa/o, unos zapatos, un coche…), para mí la belleza no se
encuentra sólo en lo estético, sino también en lo sentimental y en lo etéreo.
La belleza estética es aquella belleza que poseen los objetos
y las personas (en lo que a físico se refiere), este tipo de belleza genera
placer, tanto visual cómo placer al tacto.
Nosotros los humanos no ponemos cara de asco a un Ferrari
recién salido del garaje con su color rojo brillante, y tampoco hacemos un
gesto repulsivo cuando tocamos algo que nos agrada cómo puede ser una
superficie pulida o cuando acariciamos a nuestro perro.
Lo estético es algo que nos atrae por naturaleza y que nos
“emboba” a veces, ya que hace que nos centremos en ello y “bloquea” en cierto
modo el resto de las cosas que pasan por nuestra cabeza momentáneamente.
Es por esta razón que muchas personas basan su definición de
belleza en lo estético, porque les aporta este placer.
Por otro lado tenemos la belleza etérea. La belleza etérea
está en las cosas que no podemos ver ni tocar, únicamente hallamos esta belleza
a través del olfato y el oído.
El mejor ejemplo para describir esta belleza sería una
canción. Una canción está hecha para que la disfrutes y que con ella te
desentiendas del mundo durante un breve período de tiempo, la letra de la
canción y su melodía influyen en ti y es ahí donde reside la belleza de la
misma (no todas poseen letra sino que son composiciones melódicas) .
Te inspira, te motiva, te relaja… la belleza de la canción es
que puede ayudarte a dar un paso cuando no te ves capaz.
Por último tenemos la
belleza sentimental.
Este tipo de belleza es el que reside en el interior de las
personas y es determinada por sus acciones, su forma de ser, su forma de tratar
al resto de seres humanos…
Una bella persona en el sentido sentimental es aquella
persona que se preocupa por los demás, que no trata mal a nadie ni se deleita
en el sufrimiento de los demás, que prioriza a los demás antes que a sí mismo…
Bondad, carisma, benevolencia, lealtad, sinceridad… todos estos sentimientos y muchos más son los
que hacen a una persona bella en este sentido, aunque este tipo de belleza no
es vista por todos de la misma manera.
Sin embargo, para un asesino la belleza puede hallarse en la
demencia, en las conductas homicidas… cosas que para el resto de personas es
algo malísimo y algo impensable.
Aquí he de plantear
una cuestión ¿Es todo lo bello bueno?
Quizá lo bello nos atraiga, pero no toda esta belleza ha de
estar vinculada a algo bueno.
Por ejemplo, una mantis marina es del tamaño de una langosta
y posee unos colores preciosos y muy llamativos, sin embargo este animal es un
gran predador y es capaz de propinar golpes con la intensidad del disparo de un
rifle.
O la preciosa flor Belladona que además de ser una de las más
bonitas también es de las más venenosas.
Lo bello muchas veces nos dirige hacia cosas malas lo que hace a la belleza, en
cierto modo, peligrosa.
Es el
conocimiento el que nos permite ser consciente del poder de la belleza, sin
embargo, ni siquiera el gran poder del conocimiento es rival para la belleza ya
que muchas veces esta se sobrepone al conocimiento.
Esto lo podemos ver claramente en el
blockbuster “El Señor de los Anillos” donde Gandalf el Gris encargó a Frodo Baggins la misión de viajar a
Mordor y tirar el anillo único a los fuegos del Monte del Destino. Antes de
partir, Gandalf cuenta a Frodo sobre el poder de dicho anillo, le dice que es
capaz de consumir su alma y convertirlo en un monstruo inmortal y que vive en
la miseria como la criatura Gollum, o bien podría ser visto por los Nazgul o el
mismo señor oscuro. Ya lo decía el juramento de los anillos “Un anillo para
gobernarlos a todos, un anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos
en las tinieblas.” Y a pesar de ser
conocedor de dicha información Frodo usa numerosas veces el anillo, porque la
belleza de dicho objeto influye en su mente y bloquea su capacidad de razonar.
El anillo llevó a Frodo a extremos de
la muerte, tal y cómo nos podría pasar a nosotros en nuestra realidad con el
caso de la Belladona o bien cualquier otro caso similar.
Darnos cuenta de este peligro que esconde la belleza nos hace
entender algo…La belleza es mentirosa.
Saber que la belleza es mentirosa nos haría cuestionar lo que
creemos de ella y así asegurarnos de que nada pueda salir mal, sin embargo, una
de las cosas que pensamos siempre que vemos algo bello es que todo lo que nos
dice o nos es dicho sobre ello es cierto… craso error, imaginemos por un
momento la ficticia ciudad de Gotham. Durante el día Gotham es un paraíso
urbano con grandiosos monumentos y desde luego muy agradable a la vista… nadie
sospecharía nada raro de una ciudad tan bonita y entretenida. El problema llega
al caer la noche, que es cuando Gotham pasa de ser un centro de atracción
turística y una gran metrópoli financiera a ser el punto caliente de asesinos,
mafiosos, traficantes… Es este el motivo por el que no podemos creer que todo
lo bello sea verdadero, porque el otro lado de la moneda quizá puede no estar
tan pulida cómo el lado que nos es mostrado.
Otra de las preguntas a las que hemos de someter al concepto
de belleza para intentar comprenderlo es si todo lo bello que se nos presenta
es útil.
Nos gusta mirar lo bello, tocarlo, apreciarlo… ¿pero son
estas cosas bellas útiles?
Un conejo es un animal muy bonito y que podemos tener cómo
una mascota en nuestra casa, sin embargo, esto hace que el conejo sea útil para
nosotros en ningún sentido pero sí es bello. No obstante imaginemos que se
acerca una crisis global en la que la comida escasea, en esta ocasión el conejo
adquiere una utilidad repentina, se convierte en una fuente de alimento. Sin
embargo, por muy bonita que pueda ser una piedra dorada ¿Qué utilidad tiene?
Simplemente es una piedra dorada, por muy bella que sea nunca va a tener
utilidad alguna.
Esto nos hace ver que por muy bello que sea un objeto no ha
de ser intrínsecamente un objeto útil, y esto es muchas veces lo que se nos
pretende vender hoy en día, nos hacen creer que todo aquello que es bello es
útil y nos urge la necesidad de adquirirlo. En este pensamiento basan las
personas su día a día, en la mentira de que algo bello te va a ser útil y por
ello has de enfocarte en conseguir eso. Esto te lleva a explotarte cada vez más
y más con tal de conseguir tu meta, estás vendiendo tu praxis en el mercado a
cambio de (quizá en poco tiempo o quizá en mucho) conseguir un bien material
que, cuando ya lo poseas, probablemente caiga en el olvido y se lleve consigo
todo el esfuerzo y la explotación a la que te has sometido sólo por conseguir
ese bien.
Con esto juega la sociedad hoy en día, crean cosas bonitas y
que nos parecen indispensables gracias a dicho aspecto con tal de que tú
ofrezcas tu praxis al mercado para que puedan explotarla por un periodo de
tiempo y sacar provecho de ella, mientras tú babeas con tu meta.
La belleza es un concepto que permanece indefinido. Es un
concepto que no solo se refiere a lo estético sino que también posee gran carga
sentimental y etérea. Es un concepto que aunque pueda parecer que va cogido de
la mano con lo bueno no es así, ya que algunas de las cosas más bellas también
son las más peligrosas, cosa que nos dice que la belleza es una sucia mentirosa
y que debemos conocerla para conseguir evitarla (si es que no nos embauca) y
esta mentira puede afectar en nuestro día a día haciéndonos pensar que todo lo
bello es útil y, por lo tanto, ofreciendo nuestra praxis por ello.
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